12 de septiembre de 2018

Veintidós

Me parece extraño que dos patos sientan Soledad de cerca. Que caminen delante de ella sabiendo que les persigue y, sin echar la vista atrás, convivan a su sombra, a su paso, moviendo el pico sin hablar. Veo el mundo raro, de verdad. Las sumas no concuerdan. Dos eran uno, a veces cero, y rara vez sumaban cuatro. Puede ser que nunca aprendiera de números, pero creo que para esto no hace falta. Solo existe el mirar, el observar el objeto del amor esfumándose aún cuando éste permanece. El sentirlo. Ese sentido que va más allá de la vista, hasta supera al tacto. Tampoco se huele. No hay otra palabra. No, no hay palabras. Si no hay lenguaje, ni números, ni apenas signos de interrogación… ¿qué hay? Que diga… punto. Veintidós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario