26 de enero de 2016

Sonreír y ser feliz al mismo tiempo

Da miedo. Y el que diga que no miente.

Asusta, aterra.

Ir a desayunar y coger dos cucharas, dos cuchillos y dos tenedores. Dejar el lado derecho de tu cama. Intentar combinar horario. Esperar sonrisas. Echar de menos las caricias al segundo. Cambiar el fondo de pantalla de tu lugar favorito de Madrid. Empezar a soñar despierto. Compartir cenas. Aceptar dulces. Llevar sudaderas más largas y anchas. Buscar workouts que se adapten a ambos. Pasar horas en la cama los domingos por la mañana. Hablar hasta las dos de la mañana entre semana. Criticar con alguien que te respalda. Odiar y amar. Estirar el brazo para tocar otro. Tener claro qué plan elegir entre muchos. Ver en futuro. Investigar lo que le gusta. Sonreír y ser feliz al mismo tiempo. 

Vivan los cambios, viva el miedo.

En definitiva, viva el amor.
Viva el sentimiento de querer, y querer bien, y por mucho tiempo.

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