18 de enero de 2015

Embelecos y sueños

Cuando el silencio se hace pesado y eterno, recito versos sacados del olvido, del pasado que ahora se reinventa en mi cabeza. Quimérica noche que viví(mos), llena de embelecos y sueños. Vacías, también, de todo tipo de sentimientos. Ahora me halla el adiós llorando desconsolada, no es capaz de ahogarse conmigo entre mis lágrimas y se despide también de mí. Hasta luego, digo yo, con la única esperanza de que el luego siempre llegue transformado en otro alguien pero con los mismos recuerdos, momentos, con la misma voz. A penas me dejas aquí, ya he aprendido a vivir, con el único fin de seguir respirando, con el único final que nunca comprendí, ¿cómo me dejaste así?

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