28 de febrero de 2014

Etéreo

La noche me vio beber tu olvido,
chutarme dos dosis de experiencia,
ahorcarme en miedos compartidos,
vestir con cuchillos que me premias,
atragantarme con tu recuerdo,
tirar por tierra lo que persigo,
y drogarme a base de deseos.

Acordé, con un orgullo extremo,

romper sentimientos que navegan
en rojos mares de lo sincero,
conjugar aversiones que ondean
en el océano de lo etéreo.

Mostré un adiós de lo más sincero,

las falsas esperanzas golpean,
guillotiné bonitos recuerdos,
ya ves por esto que, a duras penas,
traduje amor en el odio opuesto.

A las cuatro siempre me desvelo,

recordando esa boca que admiro,
soñando en un pasado que anhelo,
buscando la razón que no agrieta
la confianza adquirida con mimo,
tu ausencia no evitará que sienta
el cariño hacia ti prohibido.

1 comentario:

  1. Bueno, pues te aseguro que no es algo fácil, pero me tienes llorando. Llorando de belleza, de lo bien que escribes. Llorando por haber leído la parte de Spanish revolution (eso si que me ha hecho llorar, por encontrar a alguien que sí que piensa a pesar de lo que nos digan, y que después de leer el poema, sí que siente)
    Obviamente, no hace falta que te diga que tienes una nueva seguidora desde ya.
    Y, si alguna vez te apetece hablar con alguien de la puta mierda de sociedad que nos paraliza en un estrecho rincón de nuestra conciencia, y evita que nos levantemos, por favor, este es mi correo: estaesmiilusion@gmail.com
    Seré feliz si algún día me encuentro un mensaje tuyo.
    Te admira,
    María

    ResponderEliminar