1 de enero de 2014

Feliz 2014

No soy muy partidaria de hacer balance del año, pero no sé por qué, siempre lo acabo haciendo. Sin dejarme guiar por las sensaciones del momento, este año ha sido bueno a nivel personal. Comencé amando, mucho, muy fuerte y muy bien. Reí y sonreí, apenas lloré y fui muy feliz. Poco a poco eso se marchita… Y acabé odiando lo que un día amé, pero siempre me gusta sentir algo, aunque sea odio o dolor, siempre lo digo, de esta manera me siento viva. Volví a sonreír al lado de la misma persona, volví a compartir, pero por poco tiempo. Era un círculo vicioso. Me reencontré con buenos amigos y pasamos días maravillosos juntos. Gané mi primera liga, habiendo estado jugando más de diez años, jugué como me gusta jugar y a lo que me gusta y sentí lo que es ganar todo durante una temporada entera, batiendo récords: Liga, torneo de Manresa e Iber Cup. Acabé primero de bachillerato, sin perder la ilusión por los estudios. Y en ese tiempo conocí gente nueva y buena gente, que no es lo mismo… Verano espectacular por tierras portuguesas y alcarreñas, noches fugaces de fiesta. Cumplí los 17, me hice un poco menos joven. Después volví a la rutina, sin perder la sonrisa. Aunque mi año no ha sido una montaña rusa, sino el mismísimo abismo. Empecé muy muy alto y si tocas techo, sólo puedes bajar… y así fue. Aprendí de quienes estaban a mi lado, supe elegir con quien terminar relaciones y cortar por lo sano, supe no elevar el tono ante cualquier situación, sino elevar ideas, y no bajar nunca la cabeza. Caí. Califiqué a cada persona por lo que hacía, no por lo que aparentaba o yo pensaba y acerté. Cambié mis prioridades y me puse objetivos al otro lado del charco, que estoy segura que cumpliré. Viví un 3 de octubre magnífico, nos estuvimos esperando tres años y ese día hubo choque de trenes, nos devolvimos todo lo no dado. También empecé el último año de instituto, con buenos resultados. Y por último, ahora estoy andando en círculo con un pensamiento en medio, espero que poco a poco olvidado, ya que no vale la pena lo que no te valora. He perdido gente y ganado otra tanta, y aprendido a que siempre la mano basta para contar los amigos. Que algunos son de pega, otros siempre te van a acompañar por el camino. Que dirán y dirán, pero nunca optaré por seguir la corriente. He sabido valorar lo que tengo, y no esperar nada de nadie. He sabido no tener miedo a equivocarme y a corregir errores. En definitiva, he aprendido a vivir. Mucha paz, mucha salud y mucho amor para el año que llega. Feliz 2014.

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