9 de diciembre de 2013

El otoño cae

El otoño cae, y llega a su vez el invierno,
marchitando, congelando, asediando,
llegando el calor solo de brazos ajenos,
convirtiendo todo en inhabitado.
No conoces mi persona si de mi no te prendiste
al verme tiritando al lado de esa llama,
era la del corazón triste.
Mira el humo, se consume el cigarro,
dame más de ese verde,
que si no el olvidarte se me hace imposible,
y lo imposible se me hace amargo.
Dame más, niño triste,
dame otra calada de ese cigarro
que si no, no puedo dormir
y espero verte soñando.
Ahora pásame la botella,
que ya me estoy enfriando
y necesito más combustible
para no pasar la noche llorando.
Vámonos a casa, niño,
que ya el frío nos está calando,
vámonos a casa,
que nos espera Amor en el baño.
Gime, honra y grita, mi niño guapo,
que vamos a hacer de esto
un interminable ensayo.
Ahora que ya no me queda cuerpo para besarte,
ni rincón que no haya palpado,
voy a soñar, ahora vuelvo,
que sólo me queda imaginar
el verte a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario