16 de noviembre de 2013

No creo en casi nada, pero creo en ti

Ey, date cuenta que eres estrella y juntos somos choque. Tipo Big Bang creando universos. En cada uno de tus besos y roces encuentro un mundo nuevo en el que apoyarme y quedarme a vivir por siempre. ¿Agujeros negros? Nosotros no sabemos de eso... Cada día forro el corazón con tus palabras. Palabras de apoyo y comprensión. Te sonrío y te busco respuesta. Quisiera saber qué clase de fenómeno tuvo que ocurrir para que salieras tan perfecto. Juego... juego en el límite de la duda, qué ignorante... ¡cómo si la duda fuese algo estadístico! Un segundo solo, es suficiente para que me transmitas, veo en esos ojos el tiempo que nos queda y el vivido. Maldita vida que solo me permite vivir una y si no es contigo no hay posibilidad de vivir varias a la vez... Ser como eres siempre, y siempre para siempre. Sé que estás, sabes que estoy por más veces que nos intenten tirar al suelo. ¡Qué sabe la gente del amor cuando éste no entiende de razones! Gracias por quitar cada racionalidad de mí, desnudarme de ella desabrochando cada botón con tacto. Y es que... tenía tanta experiencia en perder que ya había olvidado lo que significa guardar a alguien fuerte, te tengo aferrado en lo más profundo de mí. ¿Quién se puede meter en mi mente? ¿Qué tipo de máquina te podría borrar de mi ser? Sabes... no necesito ni un te quiero, porque ya lo siento en cada hormona sin ser primavera y en cada beso sin ser 14 de febrero. Encierro cada palabra tuya, así, cuando las necesites y te hagan falta, te las regale y se oigan a gritos los susurros. Por cierto, aún te tienen que buscar un nombre. Diciembre y Primavera ya están cogidos, lo siento... pero tu te mereces uno igual de bonito. O más... Ya no te hablo de mi incapacidad para dejarte de hablar, a veces es dolorosa pero afortunadamente no mata, solo me hace desearte un poquito, un poquito, un poquito... Y llega la noche, cuando las estrellas dejan de ser objeto de deseo para dejar paso a tus ojos. Las tres eses las paso contigo: superar, sonreír y soñar. Superar el pasado, sonreír a cada momento por el regalo del presente y soñar haciendo realidad el futuro. En cada segundo que no te tengo, escribo y reescribo un mensaje sin destinatario en las notas de mi móvil en el que se puede leer un pequeño te echo de menos... No tienes ni puta idea de lo que has hecho de mí.


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