Qué hubiera pasado si

Ahora, con este calor de principios de verano que hace y a estas horas, me he acordado de ti. Me he acordado de que ya casi no te recuerdo, no como antes. Al pensarlo me he dado cuenta de que he podido pasar varios días sin ni siquiera pasarme por la cabeza tu nombre. Sin pensar qué será de ti, o si te está yendo bien con ella. Si el año que viene, como me dijiste, habrá algo más. Si seguirás teniendo un cacho de papel y si mi camiseta sigue en tu habitación, o si por el contrario se quedó tirada en cualquier vacío de tu mente, o incluso en cualquier contenedor, ya reciclado. Si seguirás siendo tan firme con tu forma de vestir, si te decidiste a hacerte el tatuaje y a cambiar de look el pelo, si de vez en cuando piensas en un qué hubiera pasado si. Me pregunto si te acuerdas de tu constancia, de mi delirio y de nuestras palabras. De las locuras que me decías, de lo que me contabas que querías, de lo que yo me creía. De mis ilusiones, de tus deseos, mis tiritas en tu corazón o tus llaves para abrirme caminos. Tus "¿y qué pasa si te recojo ahora?"... , o los versos intercambiados y las notas de voz. Los ánimos en cada bajón, los comienzos a un echarte de menos. Los después hablando por teléfono o las miradas furtivas entre la gente. Las excusas para quedarnos siempre un poco más. Las conversaciones de los obstáculos del tiempo que nos separa, de lo grande que era para ti, de los impedimentos. De si guiarnos por la razón o si dejar que el corazón nos guíe. De ese último viaje de vuelta, yo mirando por la ventana recordando, tú quitándome el pelo de la cara con un "Lau, ¿qué te pasa?", con un no estés tristes, con unas lágrimas que al final te arranqué después...

Y mira, fíjate que hace mucho que no te pienso pero cuando lo hago sale todo, acompañado de una sonrisa y el brillo de mis ojos, el brillo del anhelo.