Desnuda

Voy a desnudarme. Oye, que sí. Que por una vez no pasa nada.

Me voy a desprender de mi coraza solo aquí, en estas palabras que puede que nadie lea, que espero que nadie encuentre.

Al no saber muchas veces lo que siento pienso que soy una idiota en busca de algo imposible. A veces me engaño a mi misma diciéndome que lo que corre por mi cuerpo al verle, al pensarle o al tocarle es normal, que no es algo más me digo. Luego llega el momento de verle con más, de pensar que la piensa y de que no solo me roce a mí. De sentir que no soy nada, de no corresponderle. Mi parte optimista, que actúa la mayoría de las veces menos en las que tiene que salir a defenderme contra el desamor, me suele recordar que él es frío y distante no solo conmigo.

Mejor lo dejo ahí, todo no se puede dar la primera vez. La ropa interior ya me la quitaré otro día, quizá cuando menos te lo esperes. O tal vez me abrigaré tanto, con tantas capas, que nadie podrá reconocerme.

Prefiero cortar el fluir de estas palabras para dar paso a la vida.