El cielo de Madrid se ilumina a
la par que mi cerebro. Tormentas de ideas, tormentas con truenos. ¿Y qué traerá
la lluvia? ¿Qué traerán mis pensamientos? Tristeza y amargura al pueblo.
Fomentemos el deseo a base de sueños rotos, bailemos con el dolor a diario,
curemos con bebida lo que no cura el tiempo. Bañémonos en las lágrimas del
cielo, desprendámonos de los malos momentos, abracemos sin miedo. Nuestras
manos rezuman deseo, nuestros cuerpos necesitan calor, nuestro corazón
triunfa ardiendo. Tú, como los truenos, te adueñaste de mi cielo. Yo, como el
suelo, acabé bañada en sueños. Que no importa lo que los truenos produzcan, que
no importa como acabe el suelo, lo importante es que tú y yo nos reguardemos
bajo el mismo techo.
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