26 de noviembre de 2011

Años tras año

Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros cuando otros la pierden y te cargan la culpa, si confías en ti mismo aun cuando todos de ti dudan, pero aún así tomas en cuenta sus dudas. Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu día, si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu meta. Si triunfo y derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores, si puedes hacer un montón con todas tus victorias, si puedes arrojarlas al capricho del azar y perder y remontarte de nuevo a tus comienzos si que salga de tus labios una queja. Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero y resistir a que tus fuerzas sean menguadas con la única ayuda de la voluntad que dice 'adelante', si ante la multitud das a la virtud abrigo, si aún marchando con reyes guardas tu sencillez, si no pueden herirte ni amigos ni enemigos, si todos te reclaman y ninguno lo precisa, si puedes rellenar un implacable minuto con sesenta segundos de combate bravío, tuya es la tierra y sus codiciados frutos, y lo que es más serás persona, hijo mío.

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