10 de noviembre de 2011

Los pájaros en mi cabeza abundan pero las fuerzas y las ganas me sobran




Iré a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, con toda mi fuerza y valentía, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga. ¿Luego? A Londres, donde intentaré de nuevo hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré la ostia de dinero en el casino para no ganar ni un chavo, pero podré decir: ¡Viva Las Vegas, baby!. ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amanece. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré fotos con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome un Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles. Después volveré y volveré a planificar otro viaje...
Y pensareis que tengo muchos pájaros en la cabeza, que no conseguiré nada de lo que me propongo, pero lo lucharé y en mi cabeza siempre habrá esperanza. Lo primero es pensar en positivo... "Las cosas me saldrán bien, terminaré mi carrera a los 21 o así y encontraré un trabajo digno rápido." Es fácil pensarlo, difícil será conseguirlo, nunca pararé de trabajarme un buen futuro. Aunque no sé para qué, si tampoco sé para qué sirve la vida, pero eso es otro tema. En fin... Viajaré; conoceré miles de culturas distintas; miles de puntos de vista diferentes, los entenderé y seguramente cambiaré los míos; seré una nómada que se esté moviendo de país en país; no encontraré fronteras en este mundo.
Espera, espera... Que primero tengo que vivir mi juventud bien, como una chica normal y sin muchos sobresaltos. También quiero ser una rebelde sin causa pero luego maduraré a tiempo, que lo sé. Y seguiré viviendo y viviendo y viviendo. Hasta que mis actos me lleven hasta donde yo quiero.

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