El peligro no es cuestión de un par de golpes, el peligro es no saber a
donde ir, el peligro es no encontrar jamás tu sitio y sentir que ya llegaste
sin salir. El peligro es el fantasma que planea sobre aquello que juraste un
día alcanzar.
Y correr dicen que es cosa de cobardes pero todos somos carne de cañón.
Yo lo soy y no me importa confesar que más que nadie, pero aquí ¿quién no es
cobarde? El peligro es perder, con la furia que desata el huracán. Comprobar
que ya no espera nadie y que no hay nadie a quien puedas esperar. El peligro es
cuando queman las entrañas y el valor se te hace escarcha y el aire explota y
amarga.
En tu pecho, por el tiempo que se va.
En tu pecho, por el tiempo que se va.
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