26 de mayo de 2011

Hasta las narices

El Quijote por aquí, El Quijote por allá… Estoy del Quijote… Mil años con el p*^¨ Quijote que nos tiramos. Si… pero que lo mismo pasa con La Celestina y El Lazarillo de Tormes. Que coñazo por favor. Leer capítulo tras capítulo en clase, esas historias que nos contaban de pequeños (los molinos de viento como gigantes…) y que ahora se reviven con más pesadez que nunca y con más desinterés aún. No se enteran de que ni los royos que se traen Calisto y Melibea, ni lo astuto que es el Lazarillo, ni los líos mentales que se hace don Quijote nos importan. A lo mejor me estoy apresurando a escribir este post por el tema de que soy muy joven y tal y no encuentro la belleza que tanto dicen que existe en estas obras… Pero es que esto ya aburre a todo el mundo. Bueno, perdón Cervantes, perdón anonimo del Lazarillo y perdón Fernando de Rojas.

1 comentario:

  1. Lo raro sería que te encantara el Quijote y que te emocionaras con las aventuras del Lazarillo... La literatura es uno de los grandes placeres de la vida, fuente de conocimiento y territorio sin límites al que viajar sin moverse del sitio. Pero cada libro tiene su momento, y cada edad su propio universo, y cada persona su mundo. Te toca estudiarlo -qué remedio-, pasa el trago, aprueba y lee lo que te guste. No dejes que un sistema educativo absurdo te robe el amor por los libros.
    Yo leí la primera parte del Quijote con 30 años, y la segunda... cualquier día me la termino.

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