4 de marzo de 2011

La cara y la cruz.


Siempre todo lo tiene que pagar Laura, aún sin tener la culpa de nada todo recae sobre mi. Me da lo mismo si luego va la gente arrastrándose, pidiendo perdón. Lo importante es que antes de eso a habido una tormenta que ha caído solamente encima mía. Pero claro, como te tengo aprecio... Bueno la verdad es que es un aprecio raro, porque no llegas a formar parte de mi. Me encanta hablar contigo, dado que tengo muy pocas ocasiones de hacerlo. Y las pocas ocasiones que tengo sé que las desaprovecho bastante, luego voy pensando en que tenias razón, que me ayudas en cosas cotidianas mucho más de lo que crees, pero en fin... Aunque veo varias injusticias, siempre te recordaré con una sonrisa en la cara.

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