Siempre hay un día de esos malos, y hoy a tocado. Pero, mi situación no cambia. A veces los sentimientos no pasan por mi, no cruzan mi cerebro, ni se meten en mi cuerpo. La verdad es que mucha gente me envidia solo por eso, pero también tiene sus cosas malas. La gente no entiende mi manera de ser, no entiende que esté siempre happy o a lo mejor no me gusta ir transmitiendo mis sentimientos a gente que es anodina para mi. Pero claro, cuando llega mi momento de cabreo... Laura es la mala.
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